sábado, 20 de enero de 2018

Continuacion de los cuidados del perro (vacunas baño etc)

El baño de tu perro o cachorro

Antes los perros se bañaban generalmente dos veces al año. Era toda una batalla entre el dueño y el animal. Ahora, puedes encontrar champús para perros que no eliminan todos los aceites naturales de su piel. Si te preparas debidamente, el baño puede ser una gran aventura tanto para ti como para tu perro.

La hora del baño no tiene que ser un hábito periódico. Pero si tu perro se ha revolcado en porquería o su pelo está lleno de barro, tendrás que bañarlo.

Empieza por cepillarlo.

Si tu perro no está ya mojado, empieza por cepillarle el pelo para quitarle los nudos, ya que el agua puede enmarañarlos más. Llena luego la bañera o pila con agua templada hasta las rodillas del perro, o abre la ducha de teléfono a una temperatura confortable. También es una buena idea una alfombrilla antideslizante.

El lavado de tu perro

Consigue ahora que tu perro se meta en la bañera, con muchas palabras de ánimo y halagos. Sujétalo con una mano y vierte agua sobre su pelaje con la otra. Puede usar también una ducha de teléfono, sujetándola muy cerca del pelaje del perro para que éste no se ponga nervioso. Aplica el champú para perros y frótalo suavemente por todo su cuerpo. Un cepillo suave puede facilitar la limpieza entre los dedos de los pies. Utiliza una esponja para lavarle la cara, teniendo mucho cuidado de que no le entre agua en los ojos.

Enjuágalo con agua abundante, limpia y templada hasta que no queden rastros de champú.

El secado del perro

A continuación, escurre con las manos el agua que haya quedado en el pelaje del perro antes de secarlo con un par de toallas. Recuerda que lo que tú no seques, ¡él se lo sacudirá! Ahora puedes utilizar un secador de pelo si quieres, pero a temperatura baja y manteniéndolo lejos de la cara del perro.

Una última cosa: comprueba que las orejas del perro estén bien secas, ya que a las bacterias les encanta esconderse en las orejas húmedas. Recompensa a tu perro con halagos y algún premio ¡y cruza los dedos para que no se vaya derecho a revolcarse otra vez en el barro!

¿Está enfermo mi perro o cachorro?

¿Cómo puedes saber si tu perro está enfermo? Utiliza esta lista de verificación rápida para saber si tu perro se encuentra bien o si conviene llevarlo al veterinario.
  • Los ojos deben estar limpios y brillantes, sin secreciones.
  • El morro debe estar húmedo y fresco, con pigmentación oscura y sin secreciones.
  • El aliento debe oler a fresco y la respiración del perro debe ser normal.
  • Las encías deben tener un color rosa uniforme, y volver al color rosa en menos de dos segundos después de presionar sobre ellas.
  • Los dientes deben ser blancos y estar limpios.
  • Los oídos deben tener aspecto de limpios y olor a limpio.
  • El pelo debe tener brillo y no ser mate.
  • La piel debe ser suave, limpia y flexible. (Truco: tira suavemente de la piel situada encima del hombro del perro hasta que adquiera una forma de tienda de campaña; si al soltarla no recupera inmediatamente su aspecto original, el perro se está deshidratando).
Si repasas esta lista de verificación todas las semanas, te ayudará a saber lo que es normal en tu perro y así te resultará mucho más fácil saber cuándo necesita atención veterinaria.

Encontrar un buen veterinario

Lo mejor es que el criador de tu perro o un vecino con perro te recomienden a un buen veterinario en tu localidad. De lo contrario, visita un par de clínicas veterinarias, echa un vistazo a las salas de espera, asegúrate de que tengan los certificados necesarios y luego elije la que más te guste.

Chequeos y vacunaciones

Una vez llegado a su nuevo hogar, lleva a tu perro al veterinario para que le haga un chequeo tan pronto como puedas. Lo ideal es que te lo entreguen ya con todas las vacunas puestas. Si no es así, concierta una visita al veterinario lo antes posible para que se las ponga. Hasta que no tenga todas las vacunas, no es conveniente que lo lleves a lugares frecuentados por otros perros.

Comenta también con tu veterinario la necesidad de desparasitación, tratamiento para las pulgas, corte de uñas y otros cuidados generales. Si tu perro rechaza la comida durante más de un día, tiene diarrea o vómitos, o está aletargado sin razón aparente, debes telefonear o visitar a tu veterinario.

Evitar el miedo al veterinario

Con personas extrañas y nuevos olores, la visita al veterinario puede ser estresante para tu perro. A continuación te explicamos cómo puedes ayudar a evitar esos miedos.
  • Puedes hacer al perro chequeos de salud en tu casa para que se acostumbre a los procedimientos.
  • Utiliza una voz positiva para hablar con tu perro y tranquilizarle.
  • Lleva contigo golosinas para premiarle el comportamiento positivo.
Si tienes un cachorro, recuerda que hasta que no le pongan todas las vacunas, tendrás que llevarlo en brazos o en una jaula en la sala de espera para que no entre en contacto con otros perros.

Para ahorrar tiempo y ayudar al veterinario, puede ser conveniente que hagas lo siguiente:
  • una lista de los síntomas de tu perro;
  • el historial veterinario de tu perro;
  • toda la medicación que esté tomando el perro;
  • una muestra de sus excrementos; y
  • una muestra de la toxina, si sospechas que ha ingerido una toxina, como veneno para ratas.

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